Eleguá siempre salva a sus hijos de los Enemigos: Pataki de Okana Ojuani
Este pataki nace en Okana Ojuani (1-11) también conocido como Okana Juani, Okana Marile, u Okana Yabile.
Uno de sus refranes dice:
En la guerra quien duerme pierde.
Los enemigos de Omo Ayoshe «El hijo de Elegguá»
Omo Ayoshe, hijo de Elegguá vivía en la tierra Onika Ni Oshe, éste tenía un negocio, pero nada próspero por la envidia que sus enemigos le tenían.
Por ello Omo Ayoshe siempre estaba haciendo ebbó (limpieza) para quitarse de encima las brujerías que le echaban.
Un día ya cansado de toda esa hechicería constante decide emprender camino y visitar a su Babá Elegguá.
Por el camino iba cantando:
«Omo ayoshe lo mio Omo Ayoshe awa iku omo adewa wamio».
De pronto por el sendero aparece Babá Elegguá y Omo Ayoshe va a su encuentro llorando y se arrodilla a sus pies. Le cuenta todo lo que sucede y Babá Elegguá le dice:
Vamos ahora a casa del Awo de esta tierra que es Awo Kani Yoko.
Llegan a casa del Awo, este le consulta y sale este Oddun de Ifá. Entonces el Awo le dice:
Estás rodeado de enemigos por todos lados, pero viven a un costado y a tu espalda, tratando con Oggún. Pero esto te sucede, porque no vienes al pie de tu padre Elegguá y él es el único que te salvará.
Omo Ayoshe hizo Ebbó y Awo Kani Yoko le dijo:
Ahora iremos para tu casa.
Al llegar Babá Elegguá se sentó al fondo de la casa de su Omo en una piedra (okutá) y le dieron de comer un chivo macho (ounko, owuko) con jio jio (pollitos) y le añadió:
- Epó, Ekú, Eyá, Aguadó, Oñi, Otí y Gbogbo Ere (manteca de corojo, jutía ahumada, pescado ahumado, maíz tostado, miel, aguardiente y mucha tierra).
Todo esto lo mandó a repartir a Erita Merin (4 esquinas).
Awo Kani Yoko tomó su Opón Ifá (tablero de Ifá) y le echó Afoshe ni Gbogbo Ataré (polvo con mucha pimienta de guinea), Efun (cascarilla), otros ingredientes más y todo esto lo sopló.
Entonces se dirige a Omo Ayoshe y le dice:
Ahora tomas el Leri Awuko (cabeza del chivo) y píntalo de Fun Fun (blanco) y Pupua (rojo), ponlo en una cazuela y abrázate a Baba Elegguá y vas cantando hasta la puerta de tu casa así:
«Elegba agogo are arewo Elegba agogo are lawashe»
Al llegar a la puerta llamaron así a Elegguá:
«Elegba iba dowo iba eleke adeni kikolo omorisha titola bashe forisha ashu odara».
Awo Kani Yoko cogió un Akuko (gallo) y le hizo sarayeye (un recogimiento) a Omo Ayoshe, se lo ofrece a Elegguá cantando así:
«Elegba showo dale dale mosi oshe Elegba le eni akokan odara odara bebereo Elegba obara»
Coge de nuevo el gallo lo carga con tierra de la casa de sus enemigos, su iruke (atributo para limpiar lo malo) y polvo que sopló desde su tablero de Ifá y todo esto lo mandó a tierra Nibé (terreno baldío) al pie de un árbol.
Cuando los enemigos se marchan… llega la prosperidad
Awo Kani Yoko coge la cabeza del chivo y se la dio a Omo Ayoshe y le dice:
Ahora la pondrás en el techo de tu casa para que dé el olor y le rezas:
«Ori kowoyo lampeye ofun ni kunameri orini»
Omo Ayoshe hizo todo como le mandó el Awo y al cabo de tres días comenzó a dar mal olor la cabeza del chivo y sus enemigos se asustaron de aquel olor nauseabundo y huyeron muy lejos de Omo Ayoshe.
Gracias a Baba Elegguá y Orunmila, Omo Ayoshe Okana Yabilari desde entonces progresó en su tierra sin los obstáculos de sus enemigos.