¿Por qué Eleguá en la Santería se atiende y come primero?
Siempre hemos sabido que Elegguá el mensajero de los dioses, el conocedor de los caminos de la vida y el que abre las puertas de la suerte, siempre come y es atendido primero en las ceremonias.
De hecho, los devotos en la Santería o Regla de Osha, son muy cautelosos cuando se trata de la atención a este Orisha, y por ello siempre recuerdan invocarlo primero.
De lo contrario el pequeño gigante se puede enfadar y darnos la espalda, dejándonos sin su apoyo y protección, y es él quien lleva nuestro mensaje a las deidades del panteón yoruba.
Eleguá es también considerado el príncipe de la religión yoruba y uno de los siete Orishas más poderosos del panteón.
Los patakíes yorubas indican que Elegguá ganó con el padre blanco Obbatalá y el creador Olofin, los privilegios suficientes para ser atendido primero y para ser el primero en ser saludado.
Así, no se puede iniciar ningún rito en la Regla de la Osha sin antes invocar a Eleguá, para que esté satisfecho y permita que las ofrendas y ceremonias lleguen también a las respectivas deidades a las que están destinadas.
Atender primero a Eleguá: Patakies y diferentes explicaciones
Existen algunas explicaciones que se desarrollan a través de patakies o leyendas yorubas, sobre por qué a Eleguá se le ofrenda antes que a cualquier otro Orisha, por ejemplo:
Eleguá fue el único que pudo curar al Creador Olofin
Según un pataki yoruba, se debe a que un día Olofin se enfermó con una rara enfermedad para la que nadie tenía explicación alguna y llamó a todos los Orishas para ver si el Ashé característico de cada uno podía salvarlo.
Pero solo pudo hacerlo Eleguá, quien le dio a Olofin un manojo de hierbas con las cuales recuperó la buena salud.
Para recompensarlo, Olofin proclamó que Elegguá sería el primer Orisha honrado en todas sus ceremonias y el guardián de todas las puertas y caminos. Sin su permiso no puede ser realizado ningún trabajo u ofrenda.
Olofin se olvidó de otorgarle poderes a Eleguá
Otra leyenda yoruba cuenta que Olofin quería mucho al pequeño Eleguá, pero al repartir sus dones a los Orishas, se olvidó de él.
Cuando se dio cuenta de su error, no le quedaba que entregarle, así que le impartió el derecho a comer antes que nadie como una gran bendición.
Así, le entregó a Eleguá una corona y su collar de cuentas blancas, rojas y negras, para premiar sus servicios en la tierra.
- Seguir leyendo sobre… ¿Cuándo y cómo atender correctamente a mi Elegguá? El Orisha Guerrero