Eshú concede lo contrario de lo que se le pide≫ Pataki de Okana Meyi
Eshú en la religión yoruba se relaciona con un ser malévolo, que equilibra el mal con maldad, posee tal poder que es capaz de torcer el destino de los hombres.
Las creencias y leyendas que rondan a esta deidad se rigen entre las manifestaciones de la maldad.
Es considerado Eleguá, y a la vez es una deidad que se antepone a todo lo que representa Eleguá, juntos buscan el equilibrio entre lo positivo y lo negativo, son luz y oscuridad.
Su nombre significa «esfera» y simboliza el cambio, la transformación, el movimiento permanente e infinito. Es un mensajero que vive en lugares oscuros, es jefe de Eggun y espíritus y el infortunio rige a través de él.
Eshú es un gran hechicero, capaz de revertir y obstaculizar los caminos de la vida, se le debe respeto para que no intente colocar barreras y deshacer lo que ya estaba construido.
La Historia donde Eshú es engañado por el gallo:
Akuko (gallo) siempre quería tener muchas mujeres y se va a una tierra donde habían muchas.
En esa tierra había una gran sequía, pero Akuko emprende su viaje y por el camino se encontró con Eshú y este le preguntó que para donde se dirigía.
Akuko le miente a Eshú y le dice:
Voy a una tierra donde llueve mucho y voy hasta allá para ver cómo arreglo el problema de la lluvia.
Eshú se retira molesto y para mortificar a Akuko toma su Ashé y manda abundante lluvia para la tierra donde él se dirige.
Akuko llega a esa tierra en busca de mujeres y encuentra que llueve a raudales y le comunica a todos que él era quien había enviado la lluvia a esa tierra seca.
Así a Akuko le concedieron su petición, que era tener muchas mujeres y ser su Rey.
- Este pataki nace en Okana Meyi (1-1)
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