En Ogunda Odi nace el engaño y la mentira: Historia de Eleguá y Shangó

Esta historia yoruba nace en el signo Ogunda Odi (3-7) y es la mentira la protagonista de sus enseñanzas.

En tierra aledaña se encontraba una tierra llamada Bara Ni Lala que era muy próspera y que era gobernada por Shangó. En esa tierra todo marchaba muy bien, pero Shangó siempre estaba ausente.

Pataki donde Eleguá engaña a todos con su astucia

Eleggua estaba pendiente de la ausencia continua de Shangó y pensó irse hasta allí y triunfar de la misma manera que lo hacía en su tierra.

Se viste de Awo y se pone atravesado en su pecho un okpele (cadena de adivinación del Awo) y lleva un Agogó (campana de Obbatalá) en su mano e iba cantando:

“Elegba Bara Ni Lala Awo Ira lele iku Elegba Bara Ni Lala Awo ire lele iku Elegba Bara Ni Lala agboran egun iko.”

Además también llevaba un agborán (retrato) con dos caras.

Casi anocheciendo llega Elegguá a la tierra Bara Ni Lala y lo primero que hace es poner delante de él el agborán de dos caras de forma tal que él no se veía.

Al ver aquello los habitantes quedaron asombrados y cuando todos estaban cerca, Elegguá comienza a hablar detrás del agborán y los habitantes escuchaban atónitos.

Hablaba durante horas y ya a las 4:00 de la madrugada Elegguá decide quitar el retrato de dos caras y sale vestido de Awó.

Le preguntan todos como se llamaba y responde que Awó Mowayonu, entonces los habitantes le rindieron moforibale y saludaron.

Elegguá toma la cadena de adivinación y sale el Oddun de Ogunda Oddi y se dirige a ellos diciendo:

Ustedes viven satisfactoriamente, pero vivirían mejor si su dueño Shangó se ocupase más de esta tierra y estuviese presente atendiéndola.
Si ustedes quieren progresar más, yo les prometo que lo haré si me ofrecen durante siete días consecutivos lo que yo desee, porque yo poseo un gran don y secretos que nadie tiene.

El orisha del destino promete su ayuda al pueblo

Después que todos se retiran, Elegguá sale a dar un recorrido por todo el poblado y sin que nadie lo viese saca el retrato de dos caras y comienza a cantar.

Entonces todos piensan que era verdad todo lo que decía respecto a que poseía más poderes que Shangó.

A partir de ese día manda Elegguá al pueblo a poner todos sus mercados en la calle y decreta que durante 3 días no se le cobrará a nadie.

Todos estaban contentos y deciden ofrecer a Elegguá todo lo que pedía.

Pero al tercer día manda los comercios otra vez para su lugar y decreta que a partir de ese día él era quien controlaría todas sus cuentas.

El pueblo al escucharlo se molesta y no accede a la petición de Elegguá.

Viendo Elegguá que aquello no estaba saliendo como el pensó se disgusta y se dirige a la tierra Agiba Yebe Aboyorun.

Allí recoge a Ikú (la muerte) y retorna a la tierra de Shangó.

Llega Ikú junto a Eleguá y se desata la tragedia

A su regreso por el camino cantaba:

“Elegba Bara Ni Lala Awó ire lele iku Elegba Bara Ni Lala Awó ire egun iku Elegba Bara Ni Lala ni Awó agboran egun iku.”

Llega a tierra Bara Ni Lala y suelta a Ikú donde comienza a hacer barbaridades en el pueblo.

Así siembra Elegguá el miedo en esas tierras y todos acceden a darle todo lo que pedía.

Allí vivía Awó Kashaba (Oggunda Dio) que era sordo mudo, pero tenía el don de ver y vio todo lo que sucedía.

Decide ir en busca de Shangó y al encontrarle le narra todo lo que estaba sucediendo en el pueblo.

Shangó decide regresar junto al Awó, pero antes de entrar al pueblo le entrega una eyele (paloma) al Awo para que entre él primero y la suelte.

Así hizo el Awó Kashaba y cuando Ikú vio la paloma atemorizado se marcha corriendo.

En cambio, Shangó queda atrás escondido para ver cuál era el secreto de Elegguá.

Shangó descubre el secreto de Eleguá y le pide que haga el bien

Cuando lo observó todo, se dispuso a salir de su escondite, tomó el retrato de dos caras y a las 12:00 del mediodía se para en la plaza del poblado y comienza a cantar:

“Gbogbo Omo Elegba bi lodeo lona egun iku Elegba bi lodeo egun iku.”

Al Elegguá escuchar el canto sale y al ver a Shangó le rinde moforibale, le pide perdón y lo abraza.

Entonces Shangó le dice:

Tú Elegguá, tienes el don de disfrazarte, engañar a todos y que te crean. A partir de hoy harás el bien y el mal y vivirás a costa de todos.

Elegguá muy contento se puso a bailar y cantar para Shangó:

“Shangó bi lode ni Shangó, Shangó bi lode ni Shangó
Oba eri Elegba ni odara, Shangó bi lode ni Shangó.”

Al terminar su canto Shangó le dice:

Estoy muy contento contigo, pero te pido que todo lo que hagas para los demás sea para bien y los ayudes sin engaño.
Por lo demás nunca estarás conforme con nada y vivirás pidiendo a los demás.

Elegguá abrazó nuevamente a Shangó y ambos salieron rumbo a la tierra Baba Goma Bilaye que era tierra de Babá Obbatalá.

Al llegar Obbatalá los recibe y le da de comer juntos Eyele Meyi (dos palomas) y le entrega a cada uno un Akuko (gallo) para que se lo ofrenden a Oggún, el señor del hierro.

Babá Obbatalá dicta que en la tierra habrá engaños, mentiras, falsedades, traiciones, pero se convertirán en bien para la persona que le toque vivir en este Oddun (letra) por el camino de Shangó.