Eshú llega a la tierra de los muertos a salvar al Awo de su brujería
Este pataki yoruba nace en el Oddun Eyioko Obara (2-6). Este signo también se conoce bajo los nombres de Oyekun Bara y Oyekun Obara.
En esta historia Eleguá interviene para hacer ebbó y ayudar al awo.
Pataki: La obsesión del Awo Oyekun Bara con los muertos:
Había un Awo (sacerdote) que vivía en la tierra Inle Tana y se llamaba Oyekun Bara y tenía mucha suerte para seducir a las mujeres.
Vivía con su primera mujer Abeyawo y tenía un hijo con ella, pero ya esta no le gustaba. La mujer y el hijo de Oyekun Bara eran hijos de Obbatalá.
Inle Tana era una tierra de Ikú (muerte), y a Awo Oyekun Bara le gustaba Ogu (la brujería), más que nada en este mundo.
Se dedicaba a guardar cosas de Ikú sin imaginarse que esta paseaba por su casa y quería bailar con él.
Oyekun Bara estaba obsesionado con Eggún Inkan Buruku Intori Ogu y se dedicaba solo a trabajar con el caldero del brujo, y comenzó a crecer en poder, pero a la vez perdía mucha tranquilidad.
El Padre blanco Obatalá maldice al Awo
Su mujer tenía vista para ver a Eggun (espíritus) y podía verlo constantemente salir y entrar de su casa y debido a ello el hijo de ambos comenzaba a gritar de noche porque también lo veía ir y venir.
Entonces Awo Oyecun Bara manda a su mujer e hijo para la calle y Obbatalá al ver esa actitud con sus Omo (hijos) le maldice y desde entonces le comenzaron a suceder muchas cosas malas.
Le iba todo patas arriba, comenzó a pasar hambre y apenas podía vivir.
Seguía solo ocupándose de las cosas de Ikú, y ya su lerí (cabeza) estaba trastornada.
Eshú y Osain en la tierra de los muertos
Un día pasa por allí Eshú Mako, el cuál al ver aquella tierra poblada de Egguns Inkan Buruku (muertos oscuros), se asusta y fue a buscar a Osain del monte, el dueño de todas las hierbas.
Llegan Eshu Mako y Osain con un osadie (pollo) cada uno y van cantando y a su vez haciendo limpieza:
“Eggún laboguede labera unlo Osain Laboguede Ikú unlo Eggun Buruku unlo”.
Entonces todos los Eggún Inkan Buruku que allí rondaban comienzan a echar espuma por la boca.
Llegaron hasta Awo Oyecun Bara y también le hicieron sarayeye (limpieza) con la osadie con Osain y cantaban:
“Eggún Baloku lole Eggun Baloku lole
Unlo unlo, Eggún Buruku abeye ni Ikú
Osain lele Iku olokun Eggún Buruku unlo”.
Cuando ya Awo Oyecun Bara no tenía encima el dominio de los Eggun lo bañan con yerbas y le rogaron su cabeza con Eyele Meyi Fun Fun (dos palomas blancas) al pie de Obbatalá y este se durmió.
¡Obatalá siempre busca justicia para sus hijos!
Y así tuvo un sueño donde Obbatalá le decía que hiciera Ebbó con todo lo que poseía de Ikú y que le pidiera perdón a su mujer e hijo.
Se despierta muy sobresaltado y se hace Osode (consulta) donde sale el Oddun de Oyekun Bara, que era su Ifá y él se hace ebbó con lo que tenía de Ikupa (eggun mujer) y fue para la tierra de Obbatalá para pedirle perdón.
En el camino se encuentra con su obini (mujer) y su hijo y les pide perdón y les regaló Owo (dinero).
El Awo recibe el apoyo de Obatalá, Eleguá, Shangó y Osain:
Cuando llega a casa del padre blanco Obbatalá ya este lo esperaba junto con Elegguá el dueño del camino, Shangó el rey del fuego y Osaín del monte.
Oyekun Bara se hincó delante de Obbatalá pidiéndole perdón muy arrepentido por todo lo sucedido.
Obbatalá le dice:
A partir de este momento tendrás etapas en tu vida de pobrezas y riquezas, pero siempre te apoyarás en mí, en Shangó te apoyarás para tu suerte y en Osain para defenderte de tus enemigos y vivirá contigo Eshú Mako, que cuidará la puerta de tu casa.
Osain jura a Awo Oyekun Bara en su secreto y este volvió a ser un Awo de gran poder con la misma suerte de antes, pero siempre recordando que nunca debía dejar olvidados a su mujer y a su hijo.
*En esta historia yoruba se menciona a Eshú Mako, este es un camino de un Elegguá pequeño hecho de Ayé (caracol)
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