¿Cómo con sabiduría y la ayuda de Eleguá, Iroso Melli se convirtió en rey?

Esta leyenda o pataki de la religión yoruba nace en el signo de Ifá Iroso Melli (4-4).

En este Oddun nace:

• La humildad,
• las fosas mortuorias,
• el espíritu de Osun,
• el hueco,
• el espíritu de Oduduwá llamado Akole (el vigilante),
• el rito del ituto,
• la luciérnaga,
• la bóveda de Osain,
• taparle los ojos al Iyawó (religioso iniciado) para llevarlo hasta el cuarto del santo (Igbodun).

Conoce esta historia Yoruba de Iroso Melli y su sabiduría

Olofin envió a 16 reyes a gobernar en la tierra y Elegguá era el encargado de llevarle las noticias de todo lo que sucedía en ella.

Entre los reyes siempre había disputas por el poder de la sabiduría y sobre todo mucha envidia entre ellos.

Entonces Eleggua se lo comunica a Olofin y este le indica que diga a todos que él ha muerto.

Olofin prepara el castillo con muchas trampas, para que cuando los reyes fueran hasta su morada saber cuál de ellos era capaz de pasar todas aquellas pruebas sin caer en ellas.

Eleggua va tierra por tierra diciendo a voces que Olofin ha muerto y entonces todos se encaminaron al palacio, pero iban con ansias de proclamar entre ellos un nuevo rey que dirigiera al mundo.

Al pie de Orula fue solo un rey a consultarse: Iroso Melli

De los 16 reyes solo se consultó Iroso Meyi antes de dirigirse al palacio.

En la consulta le salió hacer Ebbó y llevar consigo camino al palacio tres pollitos asados.

Este consejo marcado tenía una razón poderosa, pues en el camino se le presentarían diversas situaciones:

• Primero encontraría a un niño con hambre, al cual debía ofrecer un pollito,
• después se perdería entre los caminos y un señor mayor le ayudaría, al que debía dar el segundo pollito, y
• el tercer pollito lo entregaría a la entrada del palacio porque allí estaría Elegguá y este se lo pediría.

Y era en ese momento donde debía pedirle a este que le enseñara el camino correcto para entrar al palacio.

Como la palabra de Ifá nunca cae al piso, todo pasó en el camino como se lo habían dicho en consulta.

Los reyes comenzaron a llegar al palacio y entraban con orgullo, sin tan siquiera saludar, ni mirar a nadie y a medida que entraban los guardias reales los apresaban.

Eleguá siempre marca el camino correcto para salvarnos

Al llegar Iroso Melli al palacio real ve a Elegguá y este le pide el tercer pollito, Eleggua se lo come y después de terminar le dice:

Olofin no ha muerto, para entrar al palacio debes ir por la puerta de atrás, pero te encontrarás con una mujer muy negra que no te dejará pasar y debes hallar la forma tú solo de ver cómo lo logras.

La señora de la que hablaba Elegguá era Oyá.

Entonces Iroso va por la puerta de atrás y efectivamente se encontró con Oyá, la cual no lo dejó pasar.

Iroso Melli se agachó y vio que debajo de la mujer había un Osun, entonces lo agarra y entra.

Ya dentro del palacio Olofin lo ve, se disfraza como un soldado y sale a su encuentro.

Este le pregunta de qué forma pudo entrar y le dijo que estaba equivocado de puerta, pues el velatorio de Olofin era por la entrada principal del palacio.

Iroso entonces le responde al supuesto soldado que Olofin no estaba muerto, que todo era mentira.

Olofin cuando se ve descubierto le revela quién es realmente, y por ser Iroso Melli un rey tan sabio le entrega el poder del tablero de Ifá, le regala un palacio en el centro de la tierra y le entrega polvo de oro como Iyefá.

En esta historia Iroso Melli utilizó para bien su sabiduría y tomó buenas decisiones, hizo ebbó, y con la ayuda de Eleguá, y el poder de Ifá logró alcanzar su destino.